Amparada por los picos de Marbella y del Juanar, en la Costa del Sol Occidental, Marbella acapara una gran riqueza monumental y paisajística. En su casco histórico, se encuentra la Alcazaba y la muralla árabe, un castillo califal declarado Bien de Interés Cultural. En sus proximidades se encuentra la iglesia de la Encarnación, con portada de piedra roja tallada en estilo barroco; la encantadora Plaza de los Naranjos donde se alza la Casa del Corregidor (1552), con fachada en piedra con escudos y un mirador en tres arcos; y la Ermita de Santiago del s.XV, el edificio religioso más antiguo de la ciudad. También es interesante el Hospital Real de la Misericordia (antiguo San Juan de Dios) del siglo XVI y fundado por los Reyes Católicos; y una visita al Museo del Grabado Español Contemporáneo y el Museo Ralli. Los yacimientos arqueológicos de la zona son notables. En la Villa Romana de Río Verde se puede disfrutar de los restos de esta villa, que destacan por la calidad y originalidad de sus mosaicos, como la representación policroma de la cabeza de Medusa, quizás su elemento más representativo. En San Pedro de Alcántara, se puede visitar la Basílica Paleocristiana Vega del Mar, formada por una necrópolis y una basílica de doble ábside (siglos III y VII d.C.) y considerada una de las más antiguas manifestaciones arqueológicas del cristianismo primitivo. Destaca su pila bautismal dispuesta para el bautismo por inmersión. En su parte turística más conocida, Marbella sobresale sin lugar a dudas por ser un destino de sol y playa de alta calidad.
El Festival de música Starlite, clubs de playa, restaurantes (algunos de ellos con estrellas Michelin), tiendas y establecimientos para los bolsillos más holgados, Puerto Banús con sus yates y barcos, campos de golf y hoteles de cinco estrellas también forman parte de esta encantadora ciudad