El Palmeral de las Sorpresas y el Muelle Uno del Puerto han transformado la ciudad en los últimos años. Podemos entrar desde la plaza de la Marina y caminar hasta el cubo multicolor del Centro Pompidou de Málaga. En el Muelle Uno encontraremos tiendas, restaurantes y bares donde comer o tapear contemplando los barcos y veleros y las vistas de la zona monumental de la ciudad. Al final veremos sobresalir La Farola , que conecta con la terminal de cruceros y las playas de la Malagueta, donde poder bañarnos o tomar el sol. Allí comienza un largo paseo marítimo, con chiringuitos en los que probar pescaíto frito y espetos de sardinas en temporada. Desde allí podemos pasear hasta la plaza de Toros o el Cementerio Inglés y volver al centro caminando por el Parque.
El Parque de Málaga es un espacio botánico del siglo XIX y tiene un diseño típico del jardín mediterráneo, estructurado en varios paseos, con detalles renacentistas y barrocos. En el paseo, puedes encontrar especies de los cinco continentes, especialmente tropicales y subtropicales, así como esculturas, fuentes y mosaicos. Cuenta con zona de juegos infantiles.